Un hombre perseguía a otro gritando:
¡Asesino! ¡Asesino!
Sócrates, que contemplaba la escena es increpado por el perseguidor.
¿Por qué no agarraste al asesino?
¿Asesino? ¿Qué es un asesino?
Asesino es un hombre que mata.
¿Tu quieres decir un carnicero?
No, un hombre que mata a otro hombre.
Oh, ¿Un soldado?
No, un hombre que mata a otro hombre en tiempo de paz.
Ah, ¿Un verdugo?
¿Eres tonto?, es un hombre que mata a otro hombre, por ejemplo, en su casa.
Ahora te entiendo, ¡Un médico! dice Sócrates.
¡Asesino! ¡Asesino!
Sócrates, que contemplaba la escena es increpado por el perseguidor.
¿Por qué no agarraste al asesino?
¿Asesino? ¿Qué es un asesino?
Asesino es un hombre que mata.
¿Tu quieres decir un carnicero?
No, un hombre que mata a otro hombre.
Oh, ¿Un soldado?
No, un hombre que mata a otro hombre en tiempo de paz.
Ah, ¿Un verdugo?
¿Eres tonto?, es un hombre que mata a otro hombre, por ejemplo, en su casa.
Ahora te entiendo, ¡Un médico! dice Sócrates.
1 comentario:
Como chiste no es ninguna maravilla, pero refleja cómicamente lo desesperante que puede resultar para el interlocutar el ejercicio de preguntas y respuestas llevado a cabo por Sócrates.
Muy buenas las citas que has puesto al margen.
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